DEMOCRACIA SECUESTRADA



DEMOCRACIA SECUESTRADA

Digo a boca llena que en España no hay democracia. 

No, no la hay. Lo que tenemos aquí es una partitocracia, pues son los partidos los que nos imponen unas listas en las que no votas a quien quieres, pues si quieres concederle el voto al que va en último lugar, en realidad estás votando al que ellos hayan puesto en el primero. 

Y no la hay, ni la habrá, mientras la disciplina de voto haga que todos los elegidos tengan que acatar lo que su partido dice, aunque sea contra su opinión. Para este festín de falsedades, mejor sería que hubiera sólo un diputado por cada formación, que votase con el porcentaje de representación que le corresponda. Así no habría que pagar a tanto figurón. 

Sí , la democracia está secuestrada por los partidos. Para que fuera real, habrían de darse, al menos, los siguientes supuestos: 

1.- Que los votos tuvieran el mismo valor en todos los casos y en todos los territorios, pues no es justo que el PNV por ejemplo tenga 8 diputados con 300.000 votos, e Izquierda Unida solo uno con 1.000.000 de votos. No, eso no es democracia.

2.- Que las listas no solo fueran abiertas, sino por circunscripción, de tal manera que cada representante en los ayuntamientos o en los parlamentos, tuviera que hacer campaña en su pequeña parcela de territorio, frente a sus electores directos. Y que también tuviera que responder ante ellos en ese mismo distrito, con obligación de recibirlos para recoger sus quejas y sugerencias. 

3.- Que a  los escaños y concejalías se presentaran las personas, con pertenencia o no a un determinado partido, no los partidos con listas de personas. Así los escaños pertenecerían legítimamente y moralmente a los elegidos y no a los partidos, con lo que podría eliminarse la férrea disciplina de voto actualmente en vigor, que amordaza a la  democracia. 

4.- Que se crease una segunda vuelta electoral cuando nadie obtuviera mayoría absoluta, para que gobernase el candidato más votado, en lugar de tener que acudir a las componendas que, aún siendo legales, son injustas y que  llevan décadas costando carísimo a este país, y no solo en dinero, sino en pérdida de identidad como tal, pues los gobiernos han de "comprar" con ilógicas concesiones, casi siempre a los nacionalismos, los votos que les faltan. Y así nos va.

Resumiendo, que nos falta mucho, pero mucho, para ser una verdadera democracia y que , desgraciadamente, los españoles seguimos hablando a todas horas de fútbol mientras los partidos siguen mangoneándonos a su antojo..

ANDA-LUCÍA

Ya casi tenemos encima el Día de Andalucía, y esto me lleva a una reflexión sobre esa Andalucía imparable que nos han venido vendiendo nuestros políticos:

Andalucía anda, avanza imparablemente hacia su ancestral destino. Avanza toda la velocidad que puede, que le permiten y que se permite.
Desde luego que avanza, ¡bien estaría que no lo hiciera! Lo que ocurre es que el movimiento, según las leyes de la Física, es un valor relativo y ahí ya viene la pega, porque avanzar, avanzamos todos, pero... por estas latitudes de las Españas lo hacemos a una velocidad más lenta que por otros contornos, y eso, aunque en terminos absolutos sería progresar, en su justo término supone un retraso. Un retraso que se sigue sumando al de toda la vida y al que tenemos perfecto derecho por indolentes. Sí porque como dice el refrán, cada pueblo tiene lo que se merece o lo que se deja.

Muchas veces nos quejamos comparativamente con lo alcanzado por otras regiones, pero hay que reconocer las cosas: ellos saben defender lo suyo... y hasta lo que no lo es. Así han ido sacando tajada históricamente. Así se han ido llevando la riqueza hacia sus tierras; porque han sabido arrimar el ascua a su sardina.


Cada vez que hablaba un político de la Junta de Andalucía cuando gobernaban los suyos era para decir que nos llevabamos una mejor parte del pastel que los demás (aún siendo incierto) mientras los responsables de otras autonomías cada vez que hablan es para decir que les correspondía recibir más y aportar menos. Hoy dicen lo contrario, que recibimos menos, pero de lo que recibimos, una buena parte va para atrás porque no ejecutan los presupuestos. Cada día me venden que aquí no se recorta en sanidad, ni en educación, ni en dependencia, pero yo, que me muevo en esos sectores, he ido viviendo cómo se recortatanto o más que en el resto de España. Cada vez que oigo a los políticos andaluces, me venden que acaba de inaugurarse la fábrica mejor de España, la de tecnología más avanzada, el campo solar mayor de Europa y..., vamos, que salvo en lo de los pantanos -que por cierto con algunos más se hubiera podido regular mejor el cauce de los ríos y evitar inundaciones además de guardar para que no tengamos escasez en cuanto deja de llover un año- el planteamiento me recuerda mucho mucho, pero mucho el aparato propagandístico de época franquista. .


Y si tocamos la oposición... para qué hablar: unos manteniendo al señorito (ahora señorita) en el sillón, a costa de unas migajas de concesiones, otros, haciendo brindis al sol de lo que pudiera hacerse, sin rigor económico ni veracidad en sus planteamienetos, y otros aún, perdiendo elección tras elección , hasta cuando se suponía que las tenían ganadas de largo, y manteniendo, aunque sea en segunda línea, al que las perdió; ése que tan poco hizo por esta tierra cuando fue ministro de trabajo y que tan poco hizo para luchar de verdad contra el ancestral retraso. Ese partido que si llega a gobernar alguna vez aquí, será porque los otros han perdido, pero no porque ellos hayan hecho méritos para ganar


No, no nos merecemos esto ¿o sí? bueno, seguramente sí nos lo merecemos, porque no somos capaces de darle la vuelta, de echarle pantalones y de ponernos a exigir.