EL RIO EMPAPÓ LOS CIMIENTOS

Del libro "Elegía para un alma soñadora"

El río empapó los cimientos
de tu casa natal,
aledaña a las Atarazanas del Rey.

La Torre del Oro,
guardiana de tus miradas infantiles,
llenó tus pupilas
de rechoncha majestad,
y otra torre
cubrió de plata tu azotea

Hoy la azotea de tu cuerpo
está cubierta de la plata
que los años hicieron nacer
en tu hermosa cabellera,
pero la esencia del río
y eterna la majestad
de las torres sin campanas
sigue permaneciendo en tí
aunque tu decrépito cuerpo
ya no tenga su altiva elegancia
ni el poderío de sus aguas.

Agustín Pérez González